DÍA "T"
Hoy, es día grande en el piso y ni tan siquiera han acabado los exámenes. Hoy, nos sentaremos delante de la tele obviando los años que nos alejan de la infancia. Recordaremos lo que más amamos en su día, volveremos a vibrar, a emocionarnos. Ignoraremos lo mediático y la farándula, volveremos a coleccionar cromos y a emborracharnos de pasión.
Hoy, Srs y Sras Románticos del fútbol vuelve el Niño a casa y con el nuestra infancia. Sé que no todos podréis entenderlo, porque amigos no se trata de colores, hablamos de sentimientos. Pero a nosotros que convertimos por unos años al balón en Dios, a Ronaldinho en mago y a Puyol y Gustavo López en referentes vitales. Nosotros, nosotros sí nos entendemos.
Hoy, vuelve el Niño de Fuenlabrada que desarticuló el entramado defensivo de la ingeniería alemana en Viena. Como nadie mejor sabe: veloz, potente e inverosímil. Culpable en ese instante, del abrazo inmenso de dos primos que aún hoy vibran con la posibilidad de ver una de sus cabalgadas, de sus desmarques, uno -como no- de sus regates torpes.
Hoy, Fernando, nos sentaremos a soñar que nunca te has apagado. Hoy, creeremos como si de un atlético acérrimo nos tratásemos en el Cholo y en ti. Cree tu en él Fernando, porque hoy amigo, el Calderón te demostrará que nunca ha dejado de creer en ti. Bienvenido a tu casa y gracias por devolvernos a la infancia. Jamás te perdonaremos que nos hayas hecho felices.
Cómete al Madrid, al Pipo y a Mou. ¡LET´S GO KID!
Hoy, Srs y Sras Románticos del fútbol vuelve el Niño a casa y con el nuestra infancia. Sé que no todos podréis entenderlo, porque amigos no se trata de colores, hablamos de sentimientos. Pero a nosotros que convertimos por unos años al balón en Dios, a Ronaldinho en mago y a Puyol y Gustavo López en referentes vitales. Nosotros, nosotros sí nos entendemos.
Hoy, vuelve el Niño de Fuenlabrada que desarticuló el entramado defensivo de la ingeniería alemana en Viena. Como nadie mejor sabe: veloz, potente e inverosímil. Culpable en ese instante, del abrazo inmenso de dos primos que aún hoy vibran con la posibilidad de ver una de sus cabalgadas, de sus desmarques, uno -como no- de sus regates torpes.
Hoy, Fernando, nos sentaremos a soñar que nunca te has apagado. Hoy, creeremos como si de un atlético acérrimo nos tratásemos en el Cholo y en ti. Cree tu en él Fernando, porque hoy amigo, el Calderón te demostrará que nunca ha dejado de creer en ti. Bienvenido a tu casa y gracias por devolvernos a la infancia. Jamás te perdonaremos que nos hayas hecho felices.
Cómete al Madrid, al Pipo y a Mou. ¡LET´S GO KID!
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